México.
Dicen que los ojos son el espejo del alma… pero en mi trabajo he aprendido que no hay nada que refleje mejor el estado de una persona que una gran sonrisa.
Tan sólo llevo un año trabajando como auxiliar en una clínica de odontología pero resulta muy gratificante poder ver, cómo a nuestra clínica entran cientos de mujeres que apenas hablan porque se sienten acomplejadas por una dentadura en mal estado…. Y cuando salen de nuestro centro cualquier excusa es buena para sonreír. Resulta increíble poder ver cómo unos dientes bonitos pueden cambiar tanto la autoestima de una persona.
Creo que soy una privilegiada por poder contar con un trabajo en el que ayudo a las persona mostrar su mejor sonrisa.